Los acompañantes y cuidadores

¡ Hola! ¿ Qué tal estáis?

Esta entrada ya tocaba. Está dedicada a tod@s los acompañantes y cuidadores que con paciencia nos atienden.

A mí me costó que me cuidasen, quiero decir que siempre había sido yo la cuidadora y cuando te pones enferma te tienes que dejar hacer. Nos creemos que somos poderosos pero no valemos nada: estamos sujetos a accidentes de la Naturaleza, perder el trabajo y lo que es peor, la salud.

Para empezar quiero citar a mi marido Kique que es el que me ve todos los días y conoce todas mis caras: La de la crisis de ansiedad cuando ya no puedo más, la de mi palidez y mis ojeras, la de mi malestar, mi incapacidad y reconoce mis sonrisas quebradas. Es el que me cuida y acompaña en esta travesía aunque a veces no sea fácil para él. El dolor ha cambiado nuestras vidas pero no dejamos que las monopolice. Gracias, Kique.

Luego está mi familia con la que siempre puedo contar y que saben hasta donde puedo llegar. Hacen lo que pueden por mi. Gracias.

Y para finalizar mi amiga Maribel. Gracias por estar ahí.

Hemos de reconocer y agradecer sus atenciones. Que suerte es tener a alguien que te arrope cuando estás mal.
Los cuidadores y acompañantes son los que te hacen la comida y la cena y te llevan en coche hasta el quirófano o a un examen o bien te rescatan de la calle porque te has quedado pillada y no das un paso más. Los que te abrochan las zapatillas o las sandalias, los que siempre están cuando sales en camilla o los llamas a altas horas de la noche. Incluso son los que te duchan, te ponen las bragas y te levantan del inodoro.

Son los que comprenden que canceles planes una hora antes de haber quedado, los que te escuchan cuando te quejas otra vez de "lo mismo", que te emociones con cualquier cosa y llores en cualquier momento, no contestes una llamada o un wasap o los días peores des una mala contestación. Los que entienden cuando les dices que te "has pasado" , conocen la jerga de como llamas a tus zonas de dolor y les dices que no puedes estar de pie, salir a tomar algo o realizar otra cosa porque ya has hecho otra antes y no ponen cara de pocker.
Quiero también destacar la labor que hacen algunos  cuidadores profesionales que aunque se les pague por su trabajo, éste lo hacen con una dedicación y un cariño que sale ya de lo que son específicamente sus labores. 

Doy gracias a Dios porque aunque estoy sola en el sufrimiento del dolor porque evidentemente solo lo percibo yo, no lo estoy en la batalla contra el mismo.

Comentarios

  1. Cariño, a veces es difícil y se pone cuesta arriba pero entre los dos podemos con todo por que el amor es mas poderoso que el dolor.

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    1. Sin duda el amor es más poderoso que el dolor, pero ya sabes como aprieta el último. De todas maneras, sí podremos con ello. Gracias

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