Noelia

Hola de nuevo! Cómo estáis? Yo no estoy teniendo una buena primavera por el dolor pero bueno.

Noelia me salvó la vida. Si, habéis leído bien. Mi marido me dirá que soy una tremenda ;) pero fue lo que pasó. 

Noelia es la psicologa de la unidad del dolor a la cual Javier (un saludo Javier, se te echa de menos) mi médico de entonces me derivó.

Llegué a su consulta ya cuando toda la mierda de la piñata me impregnaba. Tenia una gran depresión (luego trataré este tema en otra entrada). 

Ella me trató de forma individual pero también me incluyó en una terapia de grupo con pacientes de dolor crónico como yo (de esto también haré otro post aparte) ¡Huy, cuántas cosas voy teniendo pendientes!

Su tratamiento individual lo hizo sin prisas pero sin pausa. Cogió un ser humano roto y hundido y me ayudó a subir a la superficie. A ACEPTAR lo que me había y me estaba pasando y a trabajar por reinventarme y ser feliz.

Todo esto lo llevó a cabo enseñándome nuevas estrategias para llevar mi vida mejor como el saber decir NO sin sentirme culpable. Parece una tontería pero no lo es. En ese momento, a mis treinta y muchos aún no sabía expresar un NO y debía aprenderlo pues ahora viviría siempre con un compañero (el dolor) que cuando peor estás de ánimo más te ataca.

Me reforzó mi autoestima destacando los puntos fuertes que podía sacar partido en mi nueva vida.

Lo que más me llamaba y (me llama) la atención es que cuando habla Noelia está diciendo eso justo que tú piensas pero todavía no le has dicho. ¡Es asombroso!

Además me explica recursos que nunca se me hubieran ocurrido para abordar el día a día.

No me criticaba, me aceptaba tal cual soy y mis circunstancias imagino para que yo empezara a hacerlo.

Poco a poco, y con esfuerzo de las dos (la pobre tenía delante un trabajo duro jejeje) conseguimos que saliera despacito a la superficie. Iba notando pequeñas mejorías pero no me levanté entera hasta que no pasaron unos dos años, más o menos. Hay que hacer un trabajo duro contra ti misma y seguir las indicaciones del terapeuta de forma activa. No vale con decir que voy a un psicolog@ si luego no se esfuerza en su vida diaria.

Le debo mucho a Noelia y desde aquí le quiero hacer un pequeño homenaje. Gracias, gracias y gracias por salvarme.

Y ya que estamos gracias a mi marido por aguantarme y estar conmigo en la peor versión de mi misma. Gracias también a mi familia en especial a mi hermana María del Mar por sus charlas y preocupación y gracias a mi amiga Maribel y a su familia por estar ahí (de verdad) cuando peor he estado. Mención a parte merece la psiquiatra Isabel también de la unidad del dolor por llevarme todo tan controlado. Os quiero a tod@s. 

Lo siento queridos lectores pero en el blog vereis que doy las gracias varias veces o que mando algún cariño a alguien.