La piñata


¡Hola! Hoy os quiero hacer un pequeño resumen de lo que ha sido mi cambio de vida aunque ya en la primera entrada os comenté algo pero hoy me voy a centrar en las fases psicológicas que tod@s pasamos, imagino. Os recuerdo que el dolor me acompaña las 24 horas del día, los 365 días al año. Y he de agradecer cuando no tengo crisis.

Desde el año 2010 hasta el 2012 todo transcurrió entre dos operaciones de espalda con sus correspondientes recuperaciones, además ya os dije, radiofrecuencias, como no mejoraba también infiltraciones hasta llegar a ponerme unos electrodos epidurales de la marca Boston (de los electrodos hablaré con más detalle en otra entrada). Todo esto en dos años que se me pasaron muy rápidos porque siempre había algo más que la medicina podía hacer por mi. Además por aquel entonces por supuesto pensaba que me iba a curar y me iba a incorporar a mi vida. Así todo de seis meses de baja pase a un año..bueno pero no pasa nada..decía yo para mi, esto pasará. 

De baja de un año pasé al año y medio que es el máximo y claro conforme estaba me dieron la incapacidad absoluta.



Pasé por las siguientes fases:

  • Incredulidad. No podía creer lo que me estaba pasando. Unas operaciones de espalda se me habían complicado hasta el punto de no ser ya nunca la misma.
  • Duelo. Tristeza, mucha tristeza por todo el sufrimiento físico y psíquico. En ese momento, tuvieron que derivarme a salud mental de la unidad del dolor. Quizá yo tuve que ponerme con un/a buen/a psicolog@ especializado en lo que me estaba pasando. No sé. Estaba en la unidad de salud mental de mi pueblo pero muy mal.
  • Rabia. Contra todo. ¿Por qué yo? Hay mucha gente que se opera de la espalda y no se complica todo tanto. Y ya cuando me pusieron los electrodos que todos pensábamos que iban a ser mi salvación y vi que no eran definitivos. Me aliviaban, claro, pero no me quitaban toda la percepción de dolor. Siempre que me han hecho algo: cambio de medicación, radiofrecuencias, infiltraciones...) al principio está fenomenal pero luego el cerebro se acostumbra a T O D O. Aunque que no me los quiten!! Los electrodos fueron el último paso "médico" en mi patología que se podía hacer por esa fecha y...de repente.... Todo paró, hubo un frenazo en seco y sola en mi cama..., noté como me caía encima una terrible y asquerosa gran piñata de mierda. 
Seguimos en la próxima entrada!

Comentarios

  1. Has descrito con mucha precisión lo que se siente cuando se atraviesa una situación de ese tipo. Es muy duro pasar por todo eso y ver que no vas a mejorar y encima estar con dolor a diario pero has tenido la fortaleza de salir adelante y hacerle frente y reinventarte a ti misma. Sigue asi!!!

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  2. Buena entrada pero incompleta, te ha faltado el estado "super-guerrera-guapetona" que es el último estado, el actual... Similar a cuando Goku alcanza su máximo poder. Ahora estás en el y es un ejemplo para los que estén en alguno de las fases de su "travesía por el desierto" tal y como lo has explicado. Vamoooossss!!!!

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    1. Me gusta mucho el estado" super-guerrera-guapetona" así que me adhiero a él totalmente. Gracias, amigo.

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