El engaño del pensamiento positivo

 

Vaya por delante que yo no soy científica ni psicóloga. Hablo bajo lo que he investigado y sobre todo sobre mi experiencia como todo en este blog. 

 Tengo que decir que aquí escribí una entrada que se titula: Carta de despido a las emociones negativas. Ese post tiene un contexto: mi vida estaba llena de dichas emociones y dí un golpe en la mesa. Sin embargo ,con ayuda estoy consiguiendo que emociones negativas y positivas convivan en cierto equilibrio.

Dicho esto, comienzo. Si buscas en Internet "psicología positiva" saldrá Martin Seligman el cual viene a decir que la psicología tradicional se ha centrado en la disfuncionalidad y en el sufrimiento de la persona, no existiendo una visión optimista centrada en reforzar los elementos que generan bienestar. Lo cual no es cierto. Cuando se hace terapia cognitivo conductual, el profesional psicólogo o psiquiatra le orienta y alienta a la persona a potenciar sus propios recursos, porque el fin es que se esté mejor pero siendo realistas y sin que los objetivos o expectativas sean tan inalcanzables que luego la torta sea mortal.

En fin, esto ha derivado en el pensamiento positivo. ¡Ay Dios el pensamiento positivo! Dicha teoría alega que tenemos el PODER de cambiar nuestros pensamientos, por lo tanto nuestras emociones. Y que por muy malas que sean las condiciones que estás viviendo TU tienes la OPORTUNIDAD de ESCOGER CÓMO TE SIENTES.

Los pensamientos son automáticos. ¿O hay alguien que los controle? Me gustaría conocerlo para darle mi más sincera enhorabuena. En lo que se puede trabajar es en redireccionar los mismos para que no nos hagan tanto daño, en mandarle mensajes de superación a nuestro cerebro haciendo cosas que sean buenas para nosotros pero que nos cuesten, como por ejemplo el escribir yo esta entrada.  

Todo esto ha creado una verdadera INDUSTRIA DE LA FELICIDAD, en la que gurús se están llenando los bolsillos con extrañas conferencias de motivación en las que te dejan la patata caliente de ELEGIR CÓMO QUIERES ESTAR, libros de autoayuda por doquier, todo un markendesign de tazas, libretas, cuadernos con frases tan profundas como:

" Riégalo todo con una sonrisa y tu vida irá mejor"

" Si visualizas bien tus deseos se harán realidad"

" Vive la vida al máximo y enfócate en lo positivo"

" Hoy puedes elegir ser optimista"

He de ser honesta y decir que "una tiene un pasado" y en su momento, hace años, me compré El Secreto de Rhonda Byrne.......... , me lo leí y se lo pasé a mi hermana cual piedra filosofal. Dicho "secreto" no es más que decirle al lector que si desea mucho algo se hará realidad. Yo debo ser malísima en desear. También coqueteé con Paulo Coelho....."qué bonitas sus frases" si....Ahora me parece un vendedor de humo. Lo siento, es mi opinión.

Estos mensajes han calado tanto en la sociedad que hemos pasado del "Dios proveerá" o "Que sea lo que Dios quiera" a: "No llores, así no se solucionan las cosas", "Hay que ser positiva"," Cambia tus pensamientos y todo te irá mejor", "No mejoras porque no superas tus miedos", "Eres muy niña llorando tanto", "Si no cambias de actitud, no te curarás nunca", "Has de desear modificar tu vida"

Y así con todo esto, me di cuenta que en mi vida había pasado del concepto de culpa judeocristiana que mis educadores se encargaron de grabar a fuego, de la culpa que me habían inculcado mis padres a la CULPA que todos estos mensajes me estaban produciendo porque no era capaz de "pensar en positivo" padeciendo dolor crónico, depresión y ansiedad. Lo pasé mal hasta que logré desenredar el ovillo. Me exigía estar bien y me hallaba culpable por no encontrarme mejor emocionalmente.

Con terapia cognitivo conductual como he dicho antes y con el profesional que más se ha adaptado a mi he descubierto a mis......años que yo NO TENGO LA CULPA DE CÓMO ME SIENTO y que si no mejoro en la enfermedad dolor crónico que padezco no es porque me sienta triste o ansiosa. Primero, el dolor influye en mis pensamientos, mis emociones de frustración, tristeza, miedo.....  PERO NO AL REVÉS. Lo siento, es mi opinión. Aunque esto que acabo de explicar deriva en un círculo, vamos en lo que popularmente se conoce como la pescadilla que se come la cola PERO cuando estoy mejor del dolor mi estado de ánimo está distinto. ¿Anda, a que no te lo esperabas?

Por mi experiencia, que son ya diez años de dolor crónico, si he llorado delante de un médico, he perdido. Solo se ha fijado en que como tengo ese estado de ánimo....cómo no te va a doler.

Y claro a que tampoco confiabais que estos " lloros" puedan ser porque tengo depresión y ansiedad, muy duras enfermedades difíciles de llevar con dolor las 24 horas del día todo el año a parte del dolor crónico.

Hago todo lo que puedo por mejorar mi salud mental, pero el próximo que me diga que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.....uffff......en fin. Me enervo. Quien diga eso es que no ha sufrido en la vida y la verdad me alegro por él pero que no me dé lecciones de eslogan de taza de café.

Está claro que si no puedes con la carga de dolor emocional que llevas lo mejor es ponerse en manos de especialistas de la salud mental, psiquiatras o psicólogos que practiquen la terapia cognitivo conductual.

Y hemos de entender que si tienes que sentir tristeza, aunque no le guste a nadie, pues se siente, trabajando en estar mejor. eso si pero aprendiendo pero no es ningún PECADO. De más se tiene para que venga el listillo o listilla de turno a decirnos: SÉ POSITIVA. ¿Positiva de qué? Yo lo veo ridículo pero si he experimentado como alguna vez me ponían la cruz de que ésta es "negativa" por simplemente llorar, cómo le van a ir las cosas bien. Estoy harta. Es de locos.....¿si no eres positiva eres negativa? ¿Así de sencillo?

 Además los abanderados de la psicología y del pensamiento positivos olvidan el sesgo de negatividad, innato en cualquier ser humano desde que nace. Rasgo que proviene de la evolución siendo adaptativo a las condiciones para promover la supervivencia ( objetivo número uno de nuestro cerebro) y que viene a decirnos que a nivel neurológico la respuesta del cerebro a los estímulos negativos es más fuerte.

Para terminar diré que nadie quiere estar triste, frustrado, con miedo, ansiedad pero forma parte de la vida como la alegría, la ilusión, la esperanza, Y tener una" filosofía de vida" en la que "a capón" me tiranicen en cómo he de conmoverme, de experimentar, de padecer, de soportar no me parece justo.