Adios, tabaco, adios

Si, lo habéis adivinado: He dejado de fumar. Por segunda vez....ya suprimí este hábito en 2009 pero...claro una siempre es fumadora aunque no lo practique y con mi empeoramiento y alguien que te ofrece....volví.

La persona que te invita a un cigarro no tiene culpa de que vuelvas a fumar, está claro.

Fui yo la que me dejé llevar por un: ya que estoy tan mal de dolor qué más da. Y compras un paquete que dices será el único pero luego te sorprendes a ti misma adquiriendo otro.

Y me gusta fumar. Considero que es una práctica un tanto sucia y maloliente.Pero me gusta echar humo por la boca, cual dragón.

Me agarré al tabaco porque de momento me aliviaba la ansiedad, lo que no me quitaba son las ganas de mandarlo todo a la mierda. Me tranquilizaba cuando lloraba, pero no me consolaba.

Llevaba ya tiempo queriendo dejarlo pero me faltaban fuerzas y aunque sabes que no es bueno para nada, por lo menos te ayuda en tu todo.

Hay que estar muy muy muy convencido para dejar de fumar pues en el proceso aparecen dudas y claro, no es fácil. Hay que deshabituarse de una droga.

Así que si estás leyendo esto, tienes dolor crónico y fumas no te sientas atacado, ni criticado, ni nada. Yo aquí cuento mi experiencia y se cómo te sientes. El tabaco puede ser un gran alivio.

Para mi, en esta ocasión la motivación para dejarlo me vino de una bronquitis que pasé hace unos meses, de que había cigarros que objetivamente notaba no me sentaban bien y de que me estuve informando y claro, el tabaco afecta al sistema nervioso central y periférico, sistema que con nuestra enfermedad ya tenemos deteriorado.

Yo, las dos veces que he dejado de fumar, lo he hecho con las pastillas Champix (Vareniclina) Es un antidepresivo. Reconozco que sin ninguna ayuda, no hubiera sido capaz.  Admiro a la gente que te cuenta que de un día a otro dejó el tabaco. 
Con esta medicación, las dos primeras semanas, puedes fumar aunque claro ya vas reduciendo cigarros. No es incompatible con el antidepresivo que tomo: Duloxetina ( Cymbalta)

Además en esta ocasión ( ya estoy en la cuarta semana) me ayudo con el spray de nicotina que anuncian en al tele y de vez en cuando me echo un poco. ( Esto me lo aconsejó mi farmacéutico)

El proceso deshabituación a mi me ha influido en mi psique. Estoy algo más triste, ansiosa pero día a día esto va disminuyendo y el orgullo de haber conseguido mi propósito ( aún con dolor crónico) es muy grande.

Uno de los problemas que sobrevienen es qué hacer cuando sube la ansiedad pues antes me fumaba un cigarro. Pues no hay fórmulas mágicas. Cada uno ha de hacer lo que mejor le resulte. En mi caso, me van bien las respiraciones profundas, relajación y sustituir pensamientos negativos por otros más constructivos. Aunque cuando el toro está muy desbocado solo puedo esperar a que pase la tormenta poniéndome dibujos animados. Si, no me avergüenzo. Es mi nueva terapia cuando estoy muy mal.

Así que, si lo consigo estaré muy muy orgullosa de mi misma.