Yo lloro, tú lloras...

Aquí estoy de nuevo. Y mira que me cuesta pero esta entrada me aparece todo el rato por la cabeza y he dicho: A ver si escribiéndote me dejas tranquila.

Hace poco que terminó en telecinco el último reality de famosetes. Yo no he visto nunca ninguno pero este en la mitad me enganchó. El caso es que me llamó mucho la atención como se criminalizaba a una concursante entre otras cosas por llorar. Hubo comportamientos machistas de otras personas pero a nadie se linchó tanto como a la jugadora que lloraba. Y no es que estuviera tooodo el día compungida. 

Al final, ganó el concurso y me alegro mucho.

Esto más lo que ya tenía en mi interior me han hecho reflexionar y lo siento porque me voy a expresar, cual llanto, sin filtros.

En una sociedad en la que se exhibe todo ( aunque preferiblemente lo bueno no sea que se vea que soy humano), en la que en el mundo del arte, por ejemplo en ARCO nos ponen un vaso de agua y dicen que todo vale mientras se venda, se hace botellón y fiesta en calles y pisos molestando a quien quiere dormir, se hacen vídeos que se convierten en virales de bromas pesadas....¿Qué pasa si lloro? ¿De verdad es un acto tan grave digno de linchar?

Pues parece que si. Pero pienso que es porque quien me ve llorar no sabe gestionar la situación.

Gente cercana me ha dicho:

- "Yo me encierro en el baño a llorar para que no me vea mi familia".

- "Que no te vea llorar nadie, Maria José".

- "El llorar yo creía pertenecía al ámbito privado".

- "No llores en el médico. Te tomará menos en serio"

-" Siempre estás llorando"

-"Llora cuando no esté yo"

-"No des el cuadro llorando"
- "¡ Que van a decir los vecinos!"

El lector puede creer por lo dicho que ya no me quedan lágrimas pero no es así.

Parece que te preocupas más por los demás si no te ven llorar. Pero llorar, es como reir, como un estornudo, un pedo..con perdón.Quiero decir algo que aparece y no se puede controlar...pero claro con entrenamiento se puede reprimir. Yo lo hago. Aquí lo he dicho.

Después de tantos años viendo que no se me tomaba en serio o que mi llanto valía menos que otro en mi ámbito doméstico y cercano.  Así el otro no ha de hacer nada. No se involucra en por qué lloro. Luego exploto como un gran globo al que ya no le cabe nada más y todo es peor: crisis de ansiedad....Desde aquí os recomiendo: No reprimáis el llanto.

Soy muy expresiva y sensible. Creo que son cualidades humanas de este mundo. Y si, suelo llorar: Cuando el Ogro del dolor crónico que padezco me lo pone difícil, cuando no hallo fuerzas para continuar lidiando con mi enfermedad, cuando no le encuentro sentido a seguir.

Pero aquí sigo. Llorar no es ningún pecado y mis lágrimas no valen menos que las tuyas, ni al revés. La conjunción es para todos: yo lloro, tú lloras.......
Y no tengo la culpa de tener ansiedad, no soy responsable de tener depresión, no lloro para fastidiar a nadie.