Etiquetas

Dedicado a Ana Belén Rodríguez

En nuestro mundo, todo está etiquetado y no solo en el supermercado o en las tiendas, nosotros mismos etiquetamos a los demás y hasta a nosotros mismos.

Fulanito es agradable; Menganito es insufrible o yo soy de esta o de cual manera.

Pero lo peor, es que a veces podemos sepultar nuestra verdadera esencia en capas y capas y capas y capas de tristeza. Sobre todo si llevas años conviviendo con el dolor crónico.

Sin embargo, nuestro verdadero yo sale a la luz en forma de lucha, de búsqueda, de encuentro, de ganas.. 

En ocasiones, nuestro dolor es tan tremendo que si no nos topáramos de vez en cuando con algo que nos emociona, que nos sacude y nos remueve diriamos que "mi yo" se ha diluido entre un revestimiento de tanto padecimiento que hace que nos anulemos y nos mina los canales que nos llevan a quien de verdad ¿Éramos ? Noooo ¡ Somos!

A pesar de ello, cuando hurgo o me ayudan (gracias, Ana) a ello puedo des-cubrir a esa persona que soy porque a pesar de mi edad no lo tengo tan claro. Demasiadas veces me he dicho: " Tú eres triste, negativa" o me lo han referido los demás.

Pero como digo, si escarbo: mi discurso y mis acciones gritarán en ocasiones que YO NO SOY lo que me he/han repetido durante años.

Y es cuando rompo etiquetas, puestas quizá por comodidad y me aventuro a resolver el acertijo de: ¿Quién soy? Abrazando la posibilidad de construir un nuevo autoconcepto de mi misma que me ayude a seguir conociéndome, viendo cómo brotan nuevas maneras y posibilidades para seguir luchando.

Puede ser que el feedback que me ha hecho el dolor en la vida para que me crea una persona triste no sea verdad.